Las láminas autoprotegidas son sistemas de impermeabilización duraderos que incluyen una capa protectora frente al sol, la lluvia y otros agentes externos, eliminando la necesidad de acabados adicionales.
¿Para qué sirven?
Se utilizan para proteger cubiertas planas o inclinadas frente a filtraciones de agua, humedades y daños provocados por la exposición a la intemperie, asegurando una impermeabilización fiable y de larga duración.
Tipos de láminas autoprotegidas
Con pizarra: resistente a rayos UV y aporta acabado estético natural.
Con aluminio: protege frente al calor y la radiación solar, ideal para zonas muy soleadas.
Con film plástico: capa protectora económica y ligera, fácil de instalar.
Ventajas principales
Alta resistencia a la intemperie y a los rayos UV.
Evita la necesidad de acabado adicional sobre la lámina.
Durabilidad y bajo mantenimiento.
Aplicable tanto en obra nueva como en rehabilitación.
Materiales y aplicación
Se instalan mediante calor o adhesivos específicos, garantizando la continuidad entre solapes y una impermeabilización total. La capa autoprotegida protege la membrana base durante toda su vida útil.
Ejemplo de aplicación
En una cubierta plana de edificio residencial, se aplicó una lámina bituminosa autoprotegida con pizarra. Esto evitó filtraciones y protegió la membrana frente al sol, lluvia y cambios de temperatura durante años.